17.3.08


Mis pies descalzos avanzan por el largo camino

alumbrado por la luz de la luna,

siguen tu rastro...

Y por fin me encontrare de nuevo en tu piel...


8.3.08

La casa vacia


En el húmedo y frio rincón de la casa vacía, ahí fue, donde perdí la fe.

Cuando escuche la sonora carcajada de aquel fantasma que solía acosarnos en las noches de invierno dentro del cuarto de mi pequeña hermana; fue en ese instante, lleno de espanto, cuando di por perdida mi batalla, deje de soñar; no preste mas atención a los molestos murmullos cargados de malicia, y cerré la puerta.
Prepare dos maletas, tome la mano de mi hijo, y comencé el recorrido por el interminable pasillo de color lila; pero antes, guarde en el primer cajón del viejo mueble de la abuela todos los malos recuerdos, y tire la llave por la taza del baño.
Solo empaque los bellos momentos vividos, junto con la ropa de ambos.
Una ultima mirada a la cocina, mi mas amado rincón de esta casa vacía, con el adorable recuerdo de sus olores y sus sabores, apago la luz.
El silencio me oprime, solo el suave y lento respirar de ese pequeño cuerpo que se aferra con toda su fuerza a mi mano es lo que escucho, con su mirada ansiosa y azul me dice que espera el momento de partir.
El viento de marzo sopla frío y desganado en la calle, es preferible a la triste soledad que habita dentro de estas paredes.
Dejamos atrás y por siempre la casa vacía.