22.4.06

Tu Nombre


Trato de escribir en la oscuridad tu nombre. Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras todo esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las tres de la mañana paseando de un lado a otro de la estancia, loco, lleno de tí, enamorado. Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote. Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado. Repito tu nombre, vuelvo a decirlo, lo digo incansablemente, y estoy seguro que habrá de amanecer.
Jaime Sabines
Para I.A.

8.4.06

Aeropuertos



De pie, frente al área de llegadas, he descubierto que el amor concentrado por la espera vuelve a los humanos seres blandos que, de un momento a otro, desaparecerían por las coladeras; actitud tan solo pospuesta por el infinito placer que supone el encuentro con la persona amada. Mas tarde, por los sólidos pasillos, se pueden escuchar las risas de los muros y las pantallas al ver como los enamorados, van dejando atrás de si residuos de su amor diluido, un liquido espeso sobre las lozas de un suelo súper absorbente que lo esconde, para que aquellos a quienes nadie espera, no se den un balazo con las gomas de la fuente de sodas. Todo es parte de un tratado antiguo que explora la duración del tiempo con respecto a nuestra prisa y nuestros acompañantes. No puedo mencionar con exactitud sus postulados, pero supongo serán lo suficientemente congruentes para no dar a mi relato mas validez que la que el lector suponga necesaria, en cuyo casi comprenderá de que he estado hablando, y sabrá a ciencia cierta que no ha perdido el tiempo si ha llegado hasta este punto, sino al contrario, habrá ganado tiempo mientras espera y se niega a derretirse frente a un vuelo retrasado.
Edel Juarez

7.4.06

Costo-beneficio

sería bueno convencerte de las ventajas de tenerme
presentarme un día ante tu puerta y con un catálogo a color
venderte la idea de un amor compartido,
por semanas, para dos, en algún lugar paradisiaco,
como puede ser mi habitación...
por la noche siendo sombras nos inventariamos el uno al otro
y de mañana me vestiría de luz para abrazarte mientras duermes...
me encontrarías como fruta al desayuno
y al resbalar por tu boca el sabor te resultaría familiar,
voltearías a la cama, sintiendo que estoy ahí,
pero sería tarde, yo ya habría volado al closet,
para esperar a que vistieras de cal y canto sobre tu cuerpo
con mi blanca sombra terciopelo sería la envidia del las aguas
y los soles, del viento ocuparía el lugar en tus pulmones,
para que no me olvides
para que no me olvides sobre tu pecho anidaría
cual voz con alas para volar rompiendo silencios que no existen.