Y llegara primero la muerte a entregarme sus besos,
y entonces, tal vez entonces, por fin te deje ir,
porque sera demasiado tarde para el detalle de quererme al fin.
Porque me envolverán los ángeles caídos con sus alas,
arrastrándome al nido de aguas saladas,
a la dulce rendición de mi cuerpo teñido de olvido,
viejo y cansado de suplicas, rígido de frío,
vacío y podrido de ti.
y entonces, tal vez entonces, por fin te deje ir,
porque sera demasiado tarde para el detalle de quererme al fin.
Porque me envolverán los ángeles caídos con sus alas,
arrastrándome al nido de aguas saladas,
a la dulce rendición de mi cuerpo teñido de olvido,
viejo y cansado de suplicas, rígido de frío,
vacío y podrido de ti.
Para Víctor, el hombro incondicional de mis días mas tristes.