Es dulce la savia de tu árbol de amor
que alimenta mi cuerpo agotado,sediento.
Como las ramas del pequeño arbusto
con sus aterciopeladas hojas verdes
me van cubriendo la piel angustiada
rosa.
Es mi tierra fertil la que espera
tu abundante semilla creadora
de vida silvestre en estas praderas
naranjas.
Son las sedosas montanas
coronando mis puertos
las que te cobijan en tus noches
desveladas
La primavera florece burbujeante
entre mis piernas
cuando el sol de que habita en tu vientre
se adueña de ella.
Es tibia la noche que nos recibe
con los brazos abiertos
al momento de unir
nuestras naciones.