Te regalo mi nombre,
ese que brota de tu boca
en susurros desvelados.
Te regalo mis ojos,
cafés y limpios.
esos que observan tu silueta,
desnuda en la penumbra.
Te regalo mi boca,
pequeña y frágil,
esa boca que tortura tu sexo
con desenfreno,
y te sonríe con picardía.
Te regalo mis manos,
con sus dedos largos y delgados,
pinceles de obras de arte en tu espalda.
Te regalo mis pechos,
redondos y grandes,
montañas conquistadas por tus dientes,
mi pezón derecho, mi amante,
es tu campo de batalla.
Te regalo mis piernas,
abiertas y pecosas,
hogar de tu vientre,
tu trinchera lujuriosa.
Te regalo mis pies,
tan flacos y pequeños,
andantes,
seguidores fieles de tus huellas.
Te regalo mi sexo,
húmedo y tibio,
manantial que calma tu sed,
manjar que cura tu hambre y alma.
Te regalo mi alma,
arrebatada y salvaje,
temperamental y soñadora,
llena de ti.
Para Nacho