El país está sangrando
Está herido de muerte.
La impunidad lo hirió.
El poder de unos lo amago
El de otros lo tortura lentamente.
Secuestrado y atado de manos
Gime dolorosamente
Traicionado, ajado,
Respira muerte inocente.
Patea desesperado
En marchas intermitentes
Pidiendo ayuda inclinado
Implorando no más muerte.
Proyecto marchito, el nuestro. Es cosa de lamernos las heridas y volver, esta vez con más furia.
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