Lo puedo ver cada que sueño sabes?
Incluso lo puedo sentir, como una espiral de sensaciones recorriéndome el cuerpo, no es justo, pero es placentero.
Algunas veces quisiera no extrañarlo tanto, no necesitarlo, no desear tener su cuerpo desnudo en mi cama, o en mi baño, o en mi sala, lo he deseado hasta en la cocina, y es que quisiera comerlo, morder su piel, sentir su humedad en mi lengua…
Me gusta estar en el sillón, con las piernas cruzadas y mi café en la mano, observándolo trabajar, metido en su computadora, concentrado, mientras la lluvia de otoño cae fuera, y es cuando empiezo a desearlo…
Y bajo las piernas del sillón, y me acerco en silencio a el, para provocarlo, mordiéndole una oreja…
Dejo mi taza a un lado, y paso mis manos por su pecho, abrazándolo por detrás, bajando mis manos hasta posarlas en su sexo, mientras sigo mordiendo su oreja, diciéndole sin palabras cuanta humedad me provoca, y que si juntara mis piernas, y las apretara fuertemente, lo mas probable es que me escurriría, como si fuera una naranja que exprimen…
Mas sin embargo, solo sigo acariciándole, mientras el hace su trabajo a un lado, para extender su cuerpo con placer, y dejarme hacer mis travesuras…
En un lento baile rodeo su cuerpo para estar frente a el, y que pueda distinguir en mi mirada el deseo por su carne y su alma…y mojo mis labios con mi lengua, y separo mis piernas, invitándole a invadir y explorarme con sus dedos, su sonrisa me mata…
Y ahora puedo sentir su juego, como sus hábiles dedos van recorriendo y excitando mas mi cuerpo, desprendiendo con agilidad mi ropa, para luego introducirse en mí, arrancándome un suave suspiro de anhelo…
Y veo, en medio de una nube de intenso placer, como su boca y sus dientes se apoderan de mis senos, mordisqueando y succionando mis pezones, hasta convertirlos en dos puntos duros y sensibles, y de mi boca ya no puede salir sonido coherente, solamente gemidos y gritos…
"...Mi boca besando tus labios incendiados
se dispone a beber en tu caliz de polen y licor y,
entre zumos y zumbidos de olas y alas,
libidinosamente libar
el néctar de la flor de tus mareas...
lamiendo la miel salada que te fluye
y quema mi lengua que vibra,
lasciva, entre savia y saliva..."