Su mirada estaba aturdida, borrosa por las lágrimas contenidas,
las manos temblorosas,
escuchando solo el rápido latir de su corazón.
Esperando con aparente calma el fin.
No quiero, se repetía una y otra vez, no quiero que termine así...
Y en sus labios pequeños se dibujaba sin sonido
un lo siento que se perdía en la resequedad de su boca...
Y se repetía con cada respirar:
"Lo siento, lo siento, lo siento..."
Y sudorosa, desperté...
"...Que estoy dejando de callar que te amo
que me detienes la respiración
que atraen mi vida tus puertos tiranos
a donde siempre apuntó mi amante embarcación..."
a veces ni toda el agua del mundo refrescan los labios que callan un te amo...
ResponderBorrarayy chale me sorprendi a mi misma jiji
saludos bonita
Cuando pedimos perdón de esa manera aunque sea en sueños, es porque hay algo dentro de nosotros que no nos hemos podido perdonar primero
ResponderBorrarbesos