En silencio le observaba, con esa delicadeza en sus movimientos que le caracterizaba, doblaba cada una de las prendas que meticulosamente acomodaba en la valija.
Se iría, por fin había comprendido el significado de sus palabras, no es que no le quisiera, simplemente, no le quería como ella esperaba.
Tomo el alto vaso entre sus manos, dio un sorbo al vino, y continuo con su tarea, sin hacer un solo ruido.
Veía fijamente sus manos tocar la tela de sus prendas, como hipnotizado, aliviado de haber terminado con la agonía que me provocaba su presencia en mi vida, pero a la vez, el dolor que sentía clavado en el pecho me impedía respirar, pero continué observando, en silencio.
Cuando termino, levanto la mirada, fijo sus tristes ojos en mi, sonrió y de su boca (solía llevarme al paraíso con sus labios, cuando mordisqueaba cada centímetro de mi cuerpo caliente) su dulce boca, salio una sola palabra que me mato, ella dijo: Adiós...
Atrás dejo su vaso con vino caliente, su foto sonriente, su aroma a vainilla prendido a mi almohada, la mordida en mi brazo marcada y sus mejores años, no le quería pero como la extraño.
Una despedida es a veces dura, triste, hasta a uno la cabeza se le llena de dudas y piensa que quizás, debería pensarlo poco. Pero con el tiempo las cosas se van acomodando, y como a todo, el recuerdo luego invade. Buena escena!.
ResponderBorrarUn beso
Agustín
Gracias Agustin!!!
ResponderBorrarBesos tambien para ti!
a veces ese sentimiento invade nuestras relaciones, para lamentar el adiós a pesar de no haber amor
ResponderBorrarmuy bueno tu texto
gracias por compartir
y gracias por tu presencia en mi espacio
ResponderBorrarsiempre viene muy bien!!
un abrazo
uuuff se me hizo un nudo en la garganta .. me recordó alguna despedida ---
ResponderBorrarEscucha una canción de Fito Páez que se llama así, La despedida.
ResponderBorrarDirecta al corazón.
Un abrazo Abi.
La ultima frase "no la queria, pero como la extrano" me hace recordar el tema que interpretaba la ya fallecida Rocio Durcal donde menciona que la costumbre es mas fuerte que el amor, pero independientemente de que clase de sentimiento se sienta hacia la otra persona, un adios siempre sera doloroso. saludos aBi
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