18.12.12

En el café de la manaña (O se ama o no se ama)



Te levantas un día cualquiera, te preparas tu café como siempre, te sientas en el sillón en el que pega el sol, y miras al vacío, pensando, siempre pensando…
Pero este día es diferente, tu pensamiento deja de ser soñador, te das cuenta de que la vida se te ha ido escapando de las manos y te has ido quedando vacía, que tu vida desde hace bastante tiempo ha dejado de pertenecerte, que todas las decisiones que has tomado en los últimos 7, 8 años han sido tomadas basándote en sus opiniones, en sus necesidades, dejando de lado lo importante que tu eres, dejando de lado tus alas y tus sueños.
Ves el presente, y notas que en toda tu vida solamente eres la sombra que le sigue a todas partes, la seguridad de que si algo falla tu vas a estar ahí, siempre….
¿siempre?
Terminas el café, con la absoluta decisión de dejarlo en el pasado, enterrarlo junto con todo el daño que te hace consiente o inconscientemente.
Has tomado la decisión tantas veces, has escrito tantas cartas, has derramado tantas lagrimas y nunca se conmueve, nunca decide luchar, eso debería de haberte dado una pista de que sus vidas nunca estuvieron destinadas a estar juntas….
¿cierto?
Decir adiós es tan complicado todas las veces, pero es una palabra, una acción muy necesaria, decir adiós, levantarse, volver a sentirse bonita, sonreír…
O se ama, o no se ama, es así de simple.

Mentiras, historias de vaqueros y cuentos de hadas




Era tan tonta, pero tan tonta, que todo le creía y todo le perdonaba.
Hasta que se encontró perdida, y tristemente desechada.
El cabrón, pensó que le engañaba.
Ella fingía, por estar enamorada.
Creyó en cuentos de hadas,
En historias de vaqueros,
Y en todas sus palabras.
En esta madrugada,  al hijo de puta lo mando a la chingada!

Así, en pasado



Te amé
Así, sin reservas
Con las uñas,
Con los dientes,
Con mis piernas.

Te odié.
Así, con el alma
Con los ojos,
Con la boca,
Con mi nariz pequeña.

Te amé
Así, completito
Con tus defectos,
Con tus manías,
Con tu mal genio.

Te odie
Así, con razón
Con tus dolores de cabeza,
Con tus mentiras a cuestas,
Con tu voz chillona.

Te amé
Así, cada año
Con mis arrugas,
Con mis canas,
Con mis senos caídos.

Te odie, te ame,
Así, en pasado.

16.12.12

Sin nombre, ni apellido






Los poemas que llevaban su nombre y apellido han quedado huérfanos, vagan, distraídos y llorosos por los rincones de ésta habitación en llamas, ni siquiera el agua salada de ojos puede apagar el fuego que consume lentamente a este corazón madreado, tan lleno de hoyos que el humo se cuela hasta llegar a provocar nauseas.
Cuchillo en mano, persigue a esa estúpida llamada esperanza, no se quiere ir, aun sabiendo que no queda mas por hacer, ni por decir; se aferra como hiedra venenosa.
Es bien sabido que de amor y de un corazón roto nadie se muere, pero duele,  ¡ah vaya que duele¡
A decir verdad, se debe de agradecer, porque gracias a ese dolor sabemos que estamos vivos. 
Pero nada más.
Guárdate bien los poemas que se quedaron contigo, tal vez algún día valgan algo, los vendas, y te sirvan para comprarle una ilusión a la mujer en turno.

Mientras la mujer que tenias, esa a la que le desmadraste el corazón, la que lee mucho, ama mucho y entrega todo, se resana, para buscar nuevas aventuras.